.

.

Quizás, solo quizás escribimos los valientes que se atreven a recordar

martes, 2 de junio de 2015

Día 23

Cada noche llega el momento de estar sólo y en silencio en la cama, el momento en que sólo aparece una persona en mi cabeza. Esta persona iluminó tanto mis días, como los nubló, y a pesar de eso no he dejado de sentír un inmenso cariño hacia su persona.
La vida tiene miles de vueltas y miles de puertas que se cierran para nunca jamás volver a abrirse. En mi vida hay una puerta que se cerró, pero yo jamás tuve esa llave;  se que de noche mi alma ronda esa puerta, esperando que se vuelva a abrir, pasa por ahí mirando de reojo, pasa y la mira casi con miedo, pasa soñando con acariciar lo que hay dentro, pasa y se le ocurre tantas cosas que podría contar si se abriera; pasa, advertida de que nunca se abrirá ¿entonces por que pasa? Por que se cerró sin un perdón, por que hubo falsos intereses, por que ingenuamente creyó cada palabra, por que borraron cada huella por donde pasó, por que hubo terceros que quitaron como dueños las pruebas de su amor, por que tubo esperanzas de que iba a conservar algo que vio que era imposible; pero por sobre todas las cosas, por que extraña, y a cada momento... Su cariño le falta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario