No se cómo empezar a escribir, pero necesito
hacerlo, necesito liberar mis ideas y sentimientos a través de la escritura,
amo escribir y es justamente por eso, por la liberación que se siente, cuando
los pensamientos ya no se mantienen presos hasta desaparecer y quedan grabados
en papel… eso amo, y que puedo visitar a mis pensamientos del pasado cada vez
que quiera, ver lo que aprendí o recordar una lección pasada. El motivo por el
que escribo ahora es porque cargo la pena de la nostalgia, el haber perdido a
un amor que marcó un antes y después en mi vida hasta hoy, una marca tan fuerte,
que al recordar el tiempo que pasa, solo comienzo a contar el tiempo que pasó
desde la última vez que aun estábamos juntos; sé que cualquiera diría que eso
me sucede porque aún no es superado la ruptura, pero es que es son tan
distintos mis sentimientos de los que tenía unos meses atrás, hoy ya no sufro,
solo echo de menos su voz, sus abrazos, su compañía, pero creo que es el precio
de apostar a una persona por amor, porque el amor es una apuesta, si ganas te
quedas con ella toda la vida, y si pierdes la veras alejándose cada día más con
esperanzas mínimas de recuperarla, reconocer que nunca volverá, que no solo
perdiste su amor, si no el derecho de saber de ella para siempre; por que las
perdidas amorosas son así, y mientras más fuertes, más imposible es entablar
una relación donde extrañar pueda ser tomado como algo normal, donde tomar un café
juntos sea tan simple como compartir una charla entre amigos que se aprecian y
que su simple compañía los hace felices. Le amo y extraño tanto que desearía nunca
haber apostado a nuestro amor.
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