Su frialdad me desploma, quiero avanzar, pero con sólo saber que no volveré a mirar sus ojos y escuchar su voz me perturba, pienso que tal vez podría buscar un olvido más inmediato, tal vez bajo los efectos de una droga o acabar con mi vida. Pero dentro de mi lucho por ir hacia la luz, buscar que el amor de cristo me llene. Igualmente, no dejo de sentir su ausencia, extraño ver su sonrisa, al parecer no va a perdonarme, le hice un daño inmenso y me dañe a mi mismo haciéndolo.
Mi voluntad cuando se trata de amor es inagotable, lo sabe, no voy a bajar los brazos, voy a demostrar que quiero su bien y nunca más hacerle daño.
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Quizás, solo quizás escribimos los valientes que se atreven a recordar
martes, 12 de mayo de 2015
Dia 1
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