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Quizás, solo quizás escribimos los valientes que se atreven a recordar

domingo, 24 de junio de 2018

Limerencia


Estoy bien, muy bien, al verte solo siento el flechazo de lo que casi fue, por que casi lo tiramos todo por tenerlo todo, esa aventura de expresar ser quienes somos en pleno siglo 21, suena loco, pero suele ser más fácil perdernos en los pueblos chicos que en ciudades grandes, y hablo de perder la esencia, en esta, según yo, mal llamada ciudad somos todos el familiar o amigo de alguien, y tu vida es de debate público, siento que vivimos en la novela de Jane Austen “orgullo y prejuicio” a principio del siglo 19, donde importa más las apariencias y posición que la felicidad integral, estamos todos buscando ser felices, más por casualidad que por causalidad, y nos perdemos mucho, nos perdimos, te perdí; a pesar del intenso dolor, valió la pena hasta el ultimo segundo, las heridas me hicieron sabio, y las cicatrices dejan por escrito lo aprendido, para no repetir errores, para nunca olvidarte, por que nunca lo hice, quedaste “stuck in my head” día tras día el recuerdo de una lección que aprendí y de la cual sigo aprendiendo, tal vez podíamos haber sido uno, pero ahora nunca podre ser menos de dos, toda la vida una parte mía se ira contigo y por siempre tu recuerdo vendrá conmigo, aunque cambiemos tanto que al cruzarnos seamos como extraños, aunque corramos la mirada y no reconozcamos ni el sonido de nuestra voz, siempre te llevare conmigo y lanzare al cielo mis deseos de que encuentres aquello que andabas buscando, y seas inmensamente feliz con ello, tanto que olvides un día haber sufrido.



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